Hoy hemos reservado con Civitatis una excursión desde Munich: Neuschwanstein, Oberammergau y Palacio de Linderhof (68€ por persona). Había estado haciendo gestiones para ir por nuestra cuenta desde Munich, pero si lo hacíamos en transporte público, necesitábamos un amplio horario para poder hacer los trasbordos e incluso hubiésemos tenido que pasar una noche en alguna localidad de la zona (y los precios de los alojamientos no son baratos por allí); evidentemente, la opción de alquilar un coche también la hemos descartado, por eso de conducir en un lugar que desconocemos. Así, nos pareció que la excursión organizada era la mejor opción.
En el precio de la excursión se incluye la entrada al Castillo Luis II de Baviera y al Palacio de Linderhof. Salimos muy temprano desde Munich, muy cerquita de donde teníamos el hotel. La verdad es que el viaje se hizo ameno y pasamos un día estupendo, con un sol abierto. Conseguimos hacer muchas fotos bonitas y por eso he decidido abrir en el blog tres entradas diferentes para el mismo día.
Cuando terminamos de vuelta en Munich, estuvimos tomando cervezas en el biergarten del Viktualienmarkt.
Oberammergau
Salimos de Neuschwanstein a la hora convenida y aproximadamente una hora después el autobús nos dejó en los aparcamientos próximos al teatro de Oberammergau, un pequeño pueblo a los pies de los Alpes bávaros, conocido porque cada diez años sus habitantes representan la pasión de Cristo. El origen de esta tradición se sitúa en 1633, cuando el pueblo decidió representar la pasión de Cristo de forma periódica para protegerse de una epidemia de peste. También son conocidos los hermosos frescos de las fachadas de las casas, con motivos florales, animales o personajes de cuento. Hemos recorrido las calles desde el aparcamiento del teatro hasta la Iglesia católica de San Pedro y San Pablo, rodeada del cementerio, típicamente alemán configurado como un bonito jardín con figuras y flores naturales de muchos colores. En el recorrido también vimos tiendas de juguetes y objetos decorativos para Navidad, así como bonitas casas dedicadas a hoteles y restaurantes. Nos dieron una hora para hacer la visita; nos paramos a tomar un café y al final tuvimos que correr para el autobús. Menos mal que no fuimos los últimos, pero casi...
Interior de la Iglesia St. Peter und Paul |