domingo

27 de agosto de 2023: Nacimiento del río San Juan y Alcalá la Real

Esta mañana amanecemos en la casa rural que hemos alquilado en la Venta de los Agramaderos, a unos 12 kms de Alcalá la Real. Después de haber pasado una tarde-noche tranquila de piscina, barbacoa y cartas, nos hemos levantado temprano para irnos a comprar churros a Alcalá, recoger todas las cosas y despedirnos de la dueña.
Lo primero ha sido visitar el nacimiento del río San Juan, en Castillo de Locubín, un entorno natural adaptado con merenderos, una sombra fresca y muy buen ambiente familiar. Aquí hemos disfrutado viendo a nuestra perrita nadando y correteando, cogiendo los palos que le lanzábamos al agua. También hemos venido aquí porque a los pies del nacimiento se inicia una vía ferrata para escalada.
Mientras esperábamos al escalador, hemos comido en el Bar Nacimiento Río (me he pedido un bocadillo de tortilla francesa con rodajas de tomate, delicioso!!).
El nacimiento del río San Juan está a unos 15 kms de Alcalá. Después de reposar la comida con un café, hemos subido a la Fortaleza de la Mota: ya conocíamos este monumento medieval, de otra ocasión en que pasamos unas Navidades por esta zona. Pero mis hijos eran pequeños entonces y no lo recordaban, así que ellos sí entraron a ver el castillo y la iglesia, y nosotros les esperamos con la perra en los jardines del entorno de la colina donde se erige la fortaleza.




Vía ferrata





Fortaleza de la Mota

En un mirador de la Fortaleza, junto a los aparcamientos, hay un panel con la leyenda de la mora Cava, que transcribo aquí:

Cava y Diego
Cuentan que allá por el año 1341, cuando las tropas castellanas asediaban Alcalá de Ben Zayde, aconteció una legendaria historia, de la que fueron protagonistas una bella joven y un apuesto capitán.
Ella acudía -aprovechando la oscuridad de la noche- a una fuente, para llenar su cántara del agua clara de un escondido manantial y paliar así la sed del hogar familiar y especialmente la de su padre enfermo. La Mota estaba totalmente cercada y los aljibes de la ciudadela se estaban agotando y contaminando.
Cada noche, Cava se exponía al peligro y a una situación desconocida e imprevisible. Y tuvo que ocurrir. Era el sino. Fue descubierta por el capitán. Tras un forcejeo y un intento de fuga, no tuvo más remedio que contar a Diego su penosa situación. Con la nobleza y comprensión propias de un preclaro soldado, que sabe distinguir unas situaciones de otras, el caballero permitió a la dama abastecerse de la fontana, no sólo en aquella ocasión, sino en noches sucesivas.
No tardó Eros en disparar sus dardos. El amor nació y se acrecentó entre ellos, a pesar de sus diferencias culturales y religiosas.
La salida del hogar al anochecer era cada día más difícil; puede afirmarse que una auténtica aventura. La cotidianidad hizo desconfiar al padre, que ya se encontraba casi restablecido. A la sospecha se unieron las malas lenguas de algunas vecinas.
Un día, Zaire siguió a su hija y descubrió el secreto del frondoso soto, escenario del entrañable idilio. Vociferando y maldiciendo se acercó a la hermosa joven. Indignado por su actitud, intolerante ante aquel pulcro enamoramiento, y ofuscado por lo que consideraba traición, apuñaló certeramente a Cava. Espantado y confuso, nuestro capitán reaccionó con rapidez desenvainando la espada y acabando con la vida del que le había traído la desdicha.
Trágico final para una historia de amor, que la tradición y la erudición local se encargaron de traer a nuestros días. La intolerancia nunca es compatible con la libertad y el respeto, propios de la gente de la frontera.




jueves

17 de agosto de 2023: Mainz

En España, esta ciudad se conoce como Maguncia. Estuvimos aquí por casualidad, ya que no estaba programado, en el día en que volvíamos a casa desde el aeropuerto de Frankfurt Hahn. No teníamos previsto visitar esta ciudad, pero para no estar demasiados presionados por el tiempo con los traslados al aeropuerto y los transbordos, decidimos irnos temprano a Mainz, que era la ciudad más cercana al aeropuerto y que además cuenta con conexión directa por autobús.

Nos levantamos temprano por la mañana y, como el hotel en Wurzburg lo teníamos muy cerca de la estación del tren, llegamos a la ciudad de Mainz sobre las nueve y cuarto de la mañana. Dejamos las maletas en la consigna de la estación y justo enfrente tomamos un autobús que nos llevó al centro de la ciudad, a la Gutenbergplatz, al lado de la Catedral. La primera visita fue precisamente esta preciosa y enorme Catedral, que tiene elementos románicos, góticos y barrocos, extendiéndose pues su construcción desde el siglo X hasta las ampliaciones realizadas en 1400, fecha del claustro. 

Sobre las once de la mañana tomamos un café y unos dulces en un obrador de pan y pasteles, y ya algo más repuestos nos fuimos a visitar el barrio de Kirschgarten, con las típicas casas alemanas de entramados de madera. Desde aquí fuimos andando hacia el puerto fluvial del Rin, por una calle comercial llamada Augustinerstrasse, pasando por la Holzturm (Torre de madera), una de las tres torres medievales de la muralla de Maguncia que aún sigue en pie. Data del siglo XV, sirvió de torre de vigilancia y puerta de la ciudad. Durante la Segunda Guerra Mundial, el tejado fue destruido y en 1961 la torre sería restaurada. Actualmente no está abierta al público.

Enseguida llegamos al río Rin, donde disfrutamos de su amplísimo caudal y veíamos algunos de los cruceros fluviales que remontan el río hacia el Atlántico. También en esta zona hay algunos jardines y se ve que es un sitio que utilizan los maguntinos para pasear en bicicleta y correr.

Volvimos de nuevo hacia la Catedral, pasando por la fachada principal del Museo Gutenberg. Nos sentamos a descansar con una cerveza en la zona de Gutenbergplatz hasta que de nuevo nos dirigimos hacia la estación del tren. Recogimos las maletas y tomamos el bus de la compañía Flibco que nos llevaría al Aeropuerto en una hora y cuarto aproximadamente.

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Por cierto, la experiencia en el Aeropuerto Frankfurt Hahn fue desastrosa. Es un aeropuerto pequeño, con mucha gente por todas partes, muy desordenado y con muy pocos servicios para comer o descansar.


La Catedral de Mainz, desde la Plaza del Mercado

Markt




El claustro estaba cerrado por obras de restauración.

Otra vista de la Catedral desde la Liebfrauenplatz

Las típicas casas alemanas con el entramado de madera en el barrio de Kirschgarten


Holzturm


Museo Gutenberg



miércoles

16 de agosto de 2023: Würzburg

La visita a la ciudad de Würzburg ha sido un acierto total. Habíamos buscado qué ciudades podríamos visitar desde Nuremberg, en excursiones de ida y vuelta en el día, y ésta era una de las propuestas. Pero optamos por alojarnos una noche aquí, en lugar de volver a Nuremberg, sobre todo porque el viaje en tren con nuestro billete económico se ponía en más de una hora de ida y otro tanto para la vuelta, y porque además tendríamos desde Würzburg más cerca el aeropuerto de Frankfurt para la vuelta.

Hemos buscado un hotel cercano a la estación Würzburg Hbf y próximo al centro. Reservamos una habitación triple y otra individual en el Hotel Regina, por un precio que era bastante más económico que los hoteles que habíamos visto en Nuremberg. Por todos lados, salíamos ganando.

Pero es que, por si fuera poco, Würzburg es preciosa, con un buen ambiente en las calles, pero sin ser tan turística como las ciudades de donde veníamos. También habíamos decidido visitar aquí la Residenz, en lugar de ver las de Munich o Bamberg, al ser considerada, ésta de Würzburg, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Todas estas consideraciones hicieron que disfrutásemos muchísimo de este día.

Después de dejar en el hotel las maletas, fuimos caminando hasta Barbarossaplatz donde cogimos un autobús para subir directamente a la Fortaleza, nuestra primera parada. Desde los jardines de la Fortaleza hay unas bonitas vistas del río Meno y del centro de la ciudad.

Cuando salíamos de la Fortaleza encontramos de nuevo el autobús de bajada, que nos dejó en una zona próxima a la Residenzplatz. Entramos en la Residenz, un magnífico palacio del siglo XVIII que fue la residencia de los obispos de Würzburg, quienes asumían tanto el poder religioso como el político, y después hicimos preciosas fotografías en los jardines.

Tras descansar con unas cervezas en un beer garden al lado del palacio, fuimos andando hasta el centro, almorzamos en un Subway de Plattnerstrasse y de ahí nos fuimos a la Catedral (Würzburger Dom). La catedral fue construida en el siglo XI, dedicada a St. Kilian; se trata del templo católico de estilo románico más grande de Alemania. Más tarde fuimos de nuevo andando por el centro, pasando por la Colegiata de Neumünster, la Markplatz, la Marienkapelle y el Ayuntamiento -en un callejón a las espaldas del Ayuntamiento se encuentra el Gedenkraum 16 März 1945, una maqueta que representa la destrucción de la ciudad en la II Guerra Mundial-, hasta el antiguo puente sobre el río Meno, donde encontramos un ambiente estupendo, mucha gente joven tomando vinos. Al otro lado del río, nos fuimos a descansar a un biergarten, donde cenamos compartiendo mesa con una pareja de italianos, y aquí esperamos a que se hiciera de noche para sacar fotos de la ciudad iluminada.

Terminamos el día con un helado y un tranvía nos llevó de vuelta al hotel.

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Fortaleza de Marienberg





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Residenz

Residenzplatz











La Residenz fue destruida casi por completo en la II Guerra Mundial. En esta imagen está el Gabinete de los Espejos, reconstruido con las mismas técnicas y materiales según los fragmentos que quedaron y las imágenes que había disponibles. La restauración terminó en 1987.

En una de las salas de la visita hay información sobre cómo quedó el edificio tras la II Guerra Mundial. Hay un panel con esta fotografía aérea, donde se ve también el estado en que quedó la ciudad.



Interior de la iglesia del palacio

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El jardín de la Residenz







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Würzburger Dom o Catedral de St. Kilian


Cruz merovingia que se encuentra en la cripta de la Catedral


Claustro



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Colegiata de Neumünster


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Marienkapelle




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Ayuntamiento y Domstrasse


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Puente medieval sobre el río